Un día cualquiera me encontré diciendo esto: “Frida, tienes 3 para venir acá, 1,2…”, ¿y qué va a pasar en el 3?.
Ese día en el parque me salió en automático la cuenta regresiva del 3. Ella me miró sin entender nada. Jamás le había contado así. Su cara me hizo reaccionar. Nunca terminé esa cuenta. Caminé por ella y me la traje de la mano.
Desde el instante que supe que tendría un bebé, hice el firme compromiso conmigo misma de ser la mejor mamá posible. Y lo primero que descubrí es que reacciono en piloto automático de formas que no me encantan. A veces repitiendo patrones de mi infancia sin cuestionarlos. A veces a causa de emociones como el miedo, estrés, enojo o ansiedad.
En este trabajo continuo conmigo misma por ser menos reactiva encontré la práctica de mindfulness.
¿Qué es el Mindfuless o atención plena?
Es un ejercicio mental que consiste en poner la atención en una dirección deseada, siempre en el momento presente y sin juzgar.
El cerebro se comporta como un músculo. Si nosotros vamos al gimnasio a hacer repeticiones de bíceps para hacernos más fuertes, imagina lo que la repetición de la atención consciente hace en nuestro cerebro.
Ejercitar de esta manera nuestra mente nos dará a las mamás y papás dos grandes beneficios:
1.- Mantenernos más presentes.
Nuestra mente se dará cuenta más fácilmente cuando estamos rumiando en situaciones pasadas o preocupados por situaciones futuras, y te permitirá dirigir conscientemente tu atención al presente en esos momentos donde quieres jugar con tus hijos y disfrutar, o ayudarlos y acompañarlos en lo que necesitan con toda tu atención y presencia.
2. Elegir nuestras respuestas.
El segundo gran beneficio es que te permitirá responder mejor en situaciones difíciles. Los ejercicios de atención consciente te ayudan a crear espacio entre una acción y tu reacción automática. Es como si vieras la acción en cámara lenta y te diera tiempo de elegir nuevas opciones de respuesta.
¿Te imaginas lo que estos ejercicios colaboran a la crianza?
Nos dan foco, claridad y visión para responder a los retos de cada día con los niños de una forma más amorosa, paciente y compasiva.